jueves, 20 de octubre de 2011

"LA ASAMBLEA DE MUJERES"

"Yo, Praxágona, líder del grupo de mujeres, convoco a todas las mujeres del pueblo ateniense, para convencer a todos los hombres del pueblo, de que nos cedan el control de Atenas."
Estuve toda la mañana dando paseos para repartir todas las cartas que había escrito la noche anterior, a la mayoria de las chicas, se las metía debajo de la puerta de casa, y sino, si las veía por la calle, se las daba personalmente, para estar mas segura de lo que hacía.
Unas horas más tarde, después de repartir todas las cartas, me fui a mi casa, a esperar a que llegaran todas ellas, y dar comienzo a la reunión. Comenzaron a llegar mujeres a la casa, todas me saludaban con mucho entusiasmo, aunque yo pensaba que lo hacían para quedar mejor, o simplemente para que fuéramos más amigas, y les mandara hacer cosas más importantes.
Dimos comienzo a la reunión, al principio hablábamos de temas poco importantes, pero me empezé a cansar y les dije que hablaríamos para lo que las había mandado venir, las dije que teníamos que hacer algo para conseguir entrar a la asamblea, lugar donde se reunían todos los hombres para hablar de los temas del gobierno y votar al gobernante.
- ¡Pero eso es imposible! -me gritaban algunas mujeres.
- No señora, no es del todo imposible, tiene que haber alguna forma de poder entrar a ese lugar y hacernos con el poder, o que crees, ¿que podemos rendirnos antes de intertarlo?- las dije.
Todas ellas se quedan obnubiladas, no se esperaban para nada mi reacción, algunas sonreían, otras tenían la misma cara que antes, como si las daría igual, y otras cada vez tenían menos esperanzas de que fuera posible.
- Bueno, esta bien, lo intentaremos, pero, ¿cómo lo podemos hacer?- me preguntó una de las que sonreían.
- Pues he pensado algo, os disfrazareís de hombres, pero eso sí, tiene que ser muy discreto, sino, nos descubrirán en cuanto os vean, entraréis a la asamblea y os sentareís al lado de algún hombre importante, de los que más poder tienen a su favor y no le hablaréis hasta que él os diga algo, y en cuanto os hable, le intentareís convencer para que me vote a mí, a Praxágora, vuestra líder.
Todas estaban de acuerdo, así que así fue, entraron a la asamble dos de ellas, cada una se pusieron al lado de un hombre importante, le empezaron a convencer cuando las empezaron a hablar, los hombres estaban muy convencidos de votarme, se corrió la voz, y la mayoría de los hombres, estaban de acuerdo con como iva a gobernar.
Al final, ellas lo consiguieron, consiguieron que fuera la nueva gobernante de Atenas, las prometí igualdad, un hombre iva a poder dormir con una mujer, pero antes tenía que haberlo hecho con una fea, antes que con una guapa. Todos estaban felices de mi gobierno, y como no, yo encantada de que fuera así.

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